jueves, 29 de marzo de 2012

Entrevistas a la luz de la hoguera (II)

Esta vez la entrevista es con Perico González de Castejón.

Dueño de rehala y perrero desde hace 37 años, poco hay que decir de este ilustre personaje que ya no conozcan todos ustedes.

Perico es un aguerrido rehalero cuya pasión son sus perros urracos y la montería española.

Vive por y para su rehala, y no escatima tiempo ni esfuerzo en intentar conseguir ese nivel extraordinario que convierta a la rehala en excepcional.

Inconformista y exigente, Castejón trabaja los 365 días del año para mejorar la consideración, el trato y el respeto hacia el colectivo de dueños de rehala, al que defiende a capa y espada de cualquier ataque, venga de quien venga y sea como sea.

Comenzamos,

1.    Tu gran afición por la caza, ¿de dónde proviene? 
Soy el único de seis hermanos que le gusta la caza, lo que evidencia que el instinto ancestral heredado de nuestros antepasados  ha aparecido en mi de una manera muy intensa.

2.    ¿Cuánto hace que comenzaste a cazar? 
Más de 52 años. Desde que era un niño. La pasión por la rehala comienza a los 18.

3.    ¿Qué significado tiene la caza para ti?, ¿de qué manera ha influido en tu vida?
La caza para mi es conocer la Naturaleza,  la flora y los animales y estar entre ellos y criarlos  y cuidarlos y  luego cazarlos. Pero cazarlos con las menos ventajas posibles,  de igual a igual, que la caza tenga el máximo de  posibilidades de escape.
La caza, la rehala, ha marcado mi pasado y también  mi futuro. Supedito muchas cosas a la rehala. Me llenan la vida mis perros y estar con ellos en la perrera y sobre todo dentro del monte. Por otro lado para que una rehala tenga calidad es necesario dedicarle mucho tiempo.

4.    ¿Eres cazador de menor, de mayor o ambas?
Me gustan ambas, pero como el tiempo es escaso el que tengo se lo dedico plenamente a la rehala.

5.    ¿De entre las modalidades cinegéticas practicadas en España, ¿tienes preferencia por alguna? ¿por qué?
En mi condición de rehalero mi preferencia es  la montería. El estar con nuestros perros dentro del monte buscando y levantando caza nos satisface plenamente a los rehaleros.

6.    Centrándonos un poco en tu experiencia cinegética personal, me gustaría que nos contases cómo viviste tu primer lance.
Mi primer lance, luego siempre repetido, fue ver como mis primeros cinco perros para el jabalí, dieron con un cochino y se lo llevaron cantándolo a mi primo que estaba de postura para que él lo matara y luego lo mordieran  los perros. Los perros se hacen buenos matándoles la caza.

7.    Imagino que de entre tus innumerables recuerdos cinegéticos, alguno seguro que es especialmente significativo. ¿Nos harías partícipes del mismo?
Recuerdo como un mastín mío," El Serio" se tiró a una charca en donde se había refugiado un gran cochino, lo agarró de la oreja y a pesar de las once puñaladas que le dio el marrano, no soltó hasta que yo se lo mate a cuchillo. Si el perro llega a soltar hubiera sido muy comprometido.

8.    El lance que recuerdas con más cariño ...
El ultimo: El cochino estaba a pocos metros del cortadero y según cuenta el montero,  llegaron a él  perros de otras rehalas pero lo abandonaban si hacerle romper.
Al pasar yo el cortadero, 2  perros míos que venían  de otra carrera de atrás  lo forzaron hacia el puesto y al oír la ladra acudieron 4 o 5 más que lo envolvieron justo cuando rompía a la raya. El montero  no lo tiró al estar rodeado de perros ( gran detalle-no lo hace todo el mundo a pesar del riesgo de matar a un perro) y el guarro lo agarraron en la mitad del  cortadero a 10 metros de él.  El cochino se veía impresionante con unas navajas como pocas. Le ofrecí el cuchillo  para que lo matara  él, pero me dijo que lo hiciera yo, "Perico, son tus perros y tu cuchillo, hazlo tú" ( gran generosidad). El marrano tenía 7 u 8 perros y me monté encima de él, de lado  quizás hubiera sido peligroso. Era un cochino de 8-10 años, de no más de 50 kilos de peso y que abajo le quedaban solo dos dientes que se le movían. Dio 121 puntos.
La verdad que ahora me da pena, creo que un cochino que se ha librado  durante tanto tiempo de tantas batallas, con la intensidad de caza que hay, merecía haber muerto de viejo.

9.    El lance más espectacular que has vivido ... 
Una montería en la que solo fue mi rehala y los puestos cazaron cuarenta y tantos cochinos todos con ladra una detrás de otra. Para eso tenemos los perros los rehaleros.

10.    ¿Tu trofeo cinegético más apreciado?
Mis trofeos, lo que me hace feliz cada día son mis perros. Los fines de semana fuera de temporada paso las horas muertas entre ellos en la perrera y vuelvo como nuevo para emprender el trabajo de la semana.

11.    De todos los cazadores que has podido conocer ¿Hay alguno que te resulte especial?
Todos los legendarios porque se lo han  ganado por su talento. De cazadores, Valdueza, padre e hijo, Teba, Covarsi, Basarán.
De perreros, Periquillo (el que fue perrero de Valdueza), Angel Campos conocido por el Titi y también sus hijos, Sebastian que fue perrero de Olias y luego de la Duquesa de Cardona.

12.    Hablando de especies cinegéticas ¿te quedas con alguna en concreto?
Todas pero principalmente el jabalí

13.    Cuéntanos alguna anécdota cinegética que te haya ocurrido.
Los perreros cada día tenemos muchas anécdotas, unas malas y otras buenas y muchas repetidas.
Por ejemplo: Algunos monteros parecen no darse cuenta de que en montería no se puede asegurar que la caza que está delante de tu puesto te pase concretamente a ti.  Y que cuando das viento los cochinos no rompen. Que aunque haya muchas reses en la sierra el resultado particular de cada uno depende de muchos factores: la suerte en el sorteo,  la trayectoria del viento, siempre unos ventean para que otros tiren,  las carreras de las reses  que varían según vayan apretadas de perros o no,  el ruido de nuestro vecino, etc. En abierto nunca  se  puede asegurar un resultado. Y en cerrado, no se puede garantizar un resultado individual, aunque si global, ya que se sabe lo que hay.
En cambio, da gusto montear con otros. Los que van solo a cazar, los que saben que la montería no es un rececho o aguardo con resultados asegurados en donde indefectiblemente  se llevarán un trofeo,  los que valoran el espectáculo de la montería, los que sienten la  caza,  los que disfrutan  del  monte, los que  aprecian el trabajo  de los perros y por eso valoran  cualquier detalle, los que no invaden el terreno del vecino, los que tienen educación, ética.
En cada montería y desde dentro del monte, los rehaleros vemos estos comportamientos.

14.    ¿Qué prefieres, escopeta o rifle? (comenta un poco el arma y modelo que sueles utilizar)
Dada mi condición de perrero y que básicamente es lo que hago, no le doy mucha importancia a las armas, para cuando voy algún día a la caza menor tengo una pareja de escopetas que me regalaron y para los pocos días que voy con rifle de rececho o de aguardo tengo un 30.06 que también me regalaron y con el que  estoy contento.

15.    En cuanto al papel de las rehalas en nuestra montería tradicional ¿qué comentario te merece?
La problemática del mundo de la  rehala se complica en ocasiones,  llegando a ser insoportable, y por su causa, pueden desaparecer o devaluarse muchas de ellas, tal vez, las mejores.
Por un lado, el gobierno central y las distintas Autonomías, como consecuencia de su ignorancia en algunos aspectos de la materia, dificultan más la normativa, que en ocasiones es incluso de imposible cumplimiento, como lo fue la ley de desinfección de vehículos  que obligaba a desinfectar en centros oficiales que cerraban los fines de semana y distaban en casos cientos de kilómetros de las perreras. Esta ley felizmente se ha matizado pudiéndose desinfectar en los propios núcleos zoológicos. Por otro lado, en lo que se refiere a las contraprestaciones que obtienen los rehaleros por  sus rehalas, agudizado por la crisis económica, el deterioro es tan grande, que bastantes de ellos se están planteando dejar los perros.
Los rehaleros que alquilan la rehala, con lo que reciben no cubren ni los gastos. Y a los dueños de rehala que no alquilan y que tradicionalmente se les invitaba a la montería, bien colocándolos en puestos preferentes, bien sorteando, como consideración por aportar sus perros y mantenerlos todo el año, tampoco les compensa la contrapartida que obtienen

16.    Habrás visto cazar infinidad de ellas y seguro que puedes citar alguna/s que te hayan llamado especialmente la atención ….
Hay muy buenas rehalas en España, mencionare algunas con las que más coincido: Morenes, Leon, Valdueza, Treviño, El Titi, Sebas su hijo, Luciano, Los Pantas, Miguel Angel de Villacastin, Rehalas Cascabel, y otras muchas

17.    ¿Eres aficionado a la lectura? En caso afirmativo, nombrar tus preferencias y contestar a la siguiente pregunta, ¿Y a la literatura cinegética? ¿Cuál es el último libro que te has leído?
              Me gusta mucho la lectura cinegética, en este momento estoy leyendo “ Lances Camperos” de Manuel  de Juan que me esta apasionando.

18.    ¿Tu plato gastronómico cinegético preferido? ¿Con qué bebida lo acompañarías?
Me encanta toda la caza, mayor y menor y como bebida, cualquier buen vino.

lunes, 12 de marzo de 2012

Entrevistas a la luz de la hoguera (I)

Comenzamos en Caza y campo una serie de entrevistas con cazadores y personas relevantes en el mundo de la caza.

La primera de ellas es con Alfredo Arce Lozano, mi padre, al cual solo le falta cazar el oso y el lobo para completar toda la fauna cinegética de España.

Comenzamos,

1.           Tu gran afición por la caza, ¿de dónde proviene?
Nací en el seno de una familia cazadora y pescadora y ya desde pequeño salía con mi abuelo, padre y tíos acompañándoles al campo a verles cazar ó pescar.

2.           ¿Cuánto hace que comenzaste a cazar?
Como te decía yo creo que desde que me llevaban en el “capacho” al campo, pero que yo tenga memoria desde los 8 años en el año 1961, hace 50 años.

3.           ¿Qué significado tiene la caza para ti?, ¿de qué manera ha influido en tu vida?
Es una pasión!. El contacto con el campo, con la flora y la fauna en su hábitat te marca profundamente y te hace ver la vida de otra manera.
Hay esfuerzo, sacrificio, humildad, prudencia, discreción templanza. Te ayuda a ver la vida de otra manera y ha estar más cerca de los valores fundamentales que debe tener el ser humano. No en vano el hombre desde el principio de la humanidad ha sido cazador.

4.           ¿Eres cazador de menor, de mayor o ambas?
He sido cazador de ambas, pero tengo que reconocer que la mayor me tira mucho más. (Y ahora ando menos.!!!!)

5.           ¿De entre las modalidades cinegéticas practicadas en España, ¿tienes preferencia por alguna? ¿por qué?
 He practicado casi todas. Cincuenta años dan para mucho !!. Soy devoto de la Montería Española, que es un privilegio tenerla, pero siempre me ha atraído el rececho.
Es la caza por antonomasia. El hombre frente a la pieza.
Ronda, vaqueo, con reclamo, con cimbel, en espera, con liga, con trampas, al rececho, he cazado de casi todas las formas y maneras posibles.

6.           Centrándonos un poco en tu experiencia cinegética personal, me gustaría que nos contases cómo viviste tu primer lance.
La memoria flaquea en detalles tan lejanos. Pero recuerdo cazar un zorzal con escopeta del cal. 28, que era mi primera pieza y esa no se olvida nunca. Y luego el lance de mi primer cochinete en los montes de Toledo. Ah! Y cazando águilas con búho disecado en la zona de Miraflores.

7.           Imagino que de entre tus innumerables recuerdos cinegéticos, alguno seguro que es especialmente significativo. ¿Nos harías partícipes del mismo?
Un venado que falle en Jaén en la finca Cerro del Toro. Yo estaba fuera de la montería, me había colocado un amigo de mi padre.
El puesto era de recula, en un sopié. Se descolgó un venado bueno. Iba corriendo las posturas de una traviesa y descolgándose por el testero se libraba de los tiros. Terminó saliéndose de las posturas y a toda carrera bajaba hacia el sopié. Yo llevaba viéndole un buen rato y apuntándole en todo el recorrido, hasta tenerlo a treinta metros.
Entre el venado y yo no había ni una mata, todo, rastrojera y piedras. Me precipité, le tiré el primer tiro luego el segundo (llevaba una escopeta del 12 con bala).
Me dio tiempo a cargar otra vez y tirarle otros dos tiros. Nada ni tocarle. (Era el venado más grande que podía imaginar. Catorce puntas).
Y se marchó a criar. Hay que tener en cuenta que el tercer tiro estaríamos los dos a veinte pasos.
Decepción total !!!. El desaguisado se estuvo recordando durante toda la temporada para cachondeo de unos y otros. Yo tenía 14 años.

8.           El lance que recuerdas con más cariño ...
 Un corzo que tiré a rececho una mañana de Septiembre con uno de mis hijos. El corzo era muy bueno, y disfruté como nunca por cazarlo con mi hijo Juan. Ese corzo tenía nuestro nombre.

9.           El lance más espectacular que has vivido ...
 Cazando el Urogallo en año 1977,  a las seis y media de la mañana, con todo el bosque nevado y entre dos luces.
Fue en Somiedo, (Asturias) después de dos horas  y pico subiendo y bajando por las sendas del “osu”.
Lo tiré en el suelo y arrastrándome por la nieve. El gallo estaba cantando y ciego por su celo. Pesó tres kilos y medio y jamás se me podrá olvidar, sobre todo porque era la primera vez que conocía al gallo del bosque y su entorno. Espectacular ¡!!.

10.       ¿Tu trofeo cinegético más apreciado?
 Por lo que he dicho antes y porque cuando me tocó en sorteo, iba con poco interés, porque me parecía una caza menor, y luego me dí cuenta que era un auténtico señor del bosque.

11.       De todos los cazaderos que has podido conocer ¿Hay alguno que te resulte especial?
 Esta pregunta es difícil. He conocido toda España cazando y cada sitio es especial. Asturias, (Somiedo, Reres), Huesca, Murcia (S. Espuña) Andalucía, Cuenca, Pirineos, León, Cataluña (Sierra del Cadí), etc.  Pero sin duda por familia y por donde he cazado más y mejor, te diría que Los Montes de Toledo y Ciudad Real, junto con Extremadura.

12.       Hablando de especies cinegéticas ¿te quedas con alguna en concreto?
 El corzo y el cochino.

13.       Cuéntanos alguna anécdota cinegética que te haya ocurrido.
 Puf, esta pregunta es para nota. Tengo muchas, pero destaco dos.
Una espera a jabalíes en Agosto en la finca del que luego sería mi  suegro. Cuando tiré al cochino, tendría alrededor, sin exagerar, unos treinta cochinos, entre hembras, primalones y machos. Y yo maté una guarra. ¡!!!
La estampida que se formó esa noche de luna clara y con el estruendo de un tiro de escopeta, fue memorable.
La segunda fue tirando un sarrio en la Sierra del Cadí (Que por cierto fallé).
Después de haber pasado un día, que por poco morimos en el intento (la subida fue de órdago), zona escarpada, empinada y salvaje, (las nubes estaban debajo de nosotros y parecía que nos asomábamos a la ventanilla de un avión)
Después de calibrar la distancia, tiré al sarrio asomándome a un escarpado de casi doscientos metros, con el guarda agarrándome de la cintura para no caer al vacío.
Disparé y nos fuimos los dos para atrás de culo. Por supuesto lo fallé. El ansia de cazar y el trofeo nos gastó una mala pasada.

14.       ¿Qué prefieres, escopeta o rifle? (comenta un poco el arma y modelo que sueles utilizar)

Eso depende de la modalidad. Para la caza menor, una Ugartechea  del cal. 12 yuxtapuesta, que perteneció a mi padre.
Y en la caza mayor, por lo menos en montería, suelo utilizar un Express 8x57 con el que me encuentro muy cómodo y me parece un rifle deportivo por antonomasia (dos tiros solamente)
Al rececho me decanto por un 270 de cerrojo, sin duda.

15.       En cuanto al papel de las rehalas en nuestra montería tradicional ¿qué comentario te merece?
El mejor que se puede decir. Si no fuese por los perros, cazaríamos muy poco y mal.
Además el trabajo de perros y perrero, merece la pena verlo, sentirlo y disfrutar de ello. Yo aunque no cace, si escucho, ladras y carreras ya me doy por satisfecho.
La abnegación de los perros y el buen hacer del perrero asegura el día.
Y si no que se lo pregunten a mi amigo Perico G. de Castejón, (un modelo a imitar).


16.       Habrás visto cazar infinidad de ellas y seguro que puedes citar alguna/s que te hayan llamado especialmente la atención ….

Hay muchas y no querría dejarme a nadie. Las rehalas de Perico Castejón. Pinilla. Las hay buenísimas en la Puebla de D. Rodrigo., las de Valdueza, etc.

17.       Cuando vas de montería, ¿qué tipo de puesto prefieres que te toque en suerte (cortadero, torreta, testero, un portillo, gatera?¿por qué?
Por donde entren los bichos. ¡!!!

18.       ¿Eres aficionado a la lectura? En caso afirmativo, nombrar tus preferencias y contestar a la siguiente pregunta, ¿Y a la literatura cinegética? ¿Cuál es el último libro que te has leído?
Que duda cabe que sí y por variadas causas. Me gusta la novela y las biografías especialmente.
El último libro que he leído y que son dos son de Lolo de Juan, que por cierto me los ha dedicado.

19.       ¿Tu plato gastronómico cinegético preferido? ¿Con qué bebida lo acompañarías?
No me gusta especialmente la caza, probablemente por que a mi mujer no le convence. (En casa del herrero…………..)
Mi suegra hace un jabalí que te chupas los dedos. Y las codornices estofadas son un lujo para mí.

Como me gusta el vino y soy un buen aficionado, diría que cualquiera. Hoy se hacen vinos extraordinarios en cualquier lugar de España. Rioja y Ribera del Duero.
En Castilla la Mancha, espléndidos, Vínculo, Martúe y Marqués de Griñón.

lunes, 5 de marzo de 2012

Zorzales, tradición y moda

La caza de zorzales está siendo en los últimos años la modalidad que más auge está teniendo entre los aficionados a la caza menor. Tal es mi caso, puesto que hacía mucho tiempo que no sacaba la escopeta, decidí probar suerte. La semana pasada me invitaron a una tirada de zorzales en Toledo y no precisamente a una tirada al paso sino a un ojeo. Me lleve una sorpresa, siendo un cazador de tradiciones, pensé que solo se tiraba a los zorzales en los pasos.

Desde antiguo se ha cazado el zorzal tradicionalmente, en puesto fijo por la mañana o al atardecer. Es el zorzal un ave migratoria que viene a España cuando comienza el invierno en Europa y por necesidad baja a zonas más cálidas para poder alimentarse en los campos del sur continental.

Para entrar en la Península, los zorzales utilizan fundamentalmente dos rutas, la del Pirineo, a través del País Vasco y Navarra, y la mediterránea, por la costa Catalana, que serán los zorzales que se distribuyan por todo el levante español y Baleares. La ruta pirenaica sería la que nutre todo el centro y sur de la Península.
El zorzal cuando entra en la Península busca aquí y allá, en prados y bosques, su alimento. Principalmente lombrices, gusanos, caracoles, larvas y distintas bayas como arándanos, muérdagos, mirtos, uvas, frutos de lentisco y por supuesto las aceitunas de acebuches y olivos. Pero cuando el invierno se echa encima y los campos se cubren de nieve o se hielan y los zorzales ya no puedan encontrar su comida en el suelo, los olivares se convierten en el mejor comedero. Entre otras cosas porque las aceitunas, con su alto contenido en oleico, les proporcionan las reservas grasas necesarias para emprender el viaje de regreso al centro y norte de Europa.

Es este hecho, el ser un ave que migra todos los años hacía las mismas zonas, el que hace, que ya desde su entrada a la península por pasos tradicionales se le espere para empezar con su caza más extendida, las tiradas desde puesto fijo al atardecer. De todas las artes utilizadas es sin duda la caza del zorzal desde puesto la que mejores resultados da en su caza
En estos pasos tradicionales, hasta hace unos cuantos años, solo se tiraba a las palomas. Cuando éstas han disminuido debido a la presión a las que se les ha sometido, los mismos cazadores han variado las capturas, siendo los zorzales la especie habitual.

La caza del zorzal en puesto fijo se basa principalmente en el control de los movimientos desde las zonas de descanso a las de alimentación, olivares, viñedos, zonas de bosque. Cuando se tienen controlados los pasos, tanto al amanecer como al atardecer se dispondrán los puestos fijos, desde los que se podrán tirar a los zorzales cuando estos vayan pasando.

El auge de la caza de zorzales se ha visto superada con creces, debido a la disminución de otras especies de caza menor más tradicionales, como la paloma, la perdiz o el conejo. Es por ello, que los cazadores de menor han dejado paso a otras modalidades de caza, abandonando la tradición de cazarlos en puesto fijo para abordarlos al salto con o sin perro, en mano o incluso en ojeos.
Estas nuevas modalidades se van imponiendo, constituyendo una autentica moda en cuanto a caza de zorzales se refiere. Así en cotos donde no existen pasos definidos, se les caza al salto entre olivares, viñedos o entre el monte. En este caso la ayuda del perro para poder levantarlos será menos importante que para buscarlos una vez abatidos. En los grandes olivares del sur peninsular, también se les caza en mano, disponiendo una línea de cazadores que permitirán que los zorzales vuelen en todas direcciones, permitiendo tiros muy variados.
 Algunos cazadores también los cazan ya en ojeo, al igual que perdices y liebres. La organización del ojeo es en su justa medida muy parecida a un ojeo tradicional, quizá un poco más corto y donde se van cazando pequeñas extensiones, dándose varios ojeos en una misma mañana o tarde. De todo esto aprendí en la jornada de caza en Toledo. Cómo dije al principio me lleve una sorpresa, pues me invitaron a desayunar a las nueve de la mañana, para luego hacer el sorteo de los puestos. Yo pensaba que íbamos a colocarnos de madrugada en algún paso, aguardando que entraran a comer a los olivares, pero todo transcurrió de la siguiente manera.

Después del desayuno, se sortearon los puestos, y me tocó en una zona cerca de varios amigos.
Al ser la primera vez que tiraba a los zorzales decidí tirar con séptima, habitual en las tiradas de las perdices, pensando que así al menos los que vinieran cerquita los echaría al suelo. El sistema de batida se basa en que unos cazadores avanzan y otros esperan, empujando a los zorzales que llegan casi individualmente. Los primeros ojeos no me resultaron favorables, fallando más de la cuenta, dada la rapidez de movimientos de esta ave.
Se fueron sucediendo los ojeos, cortos y en extensiones pequeñas para que no se espantarán los de alrededor. Al llegar a un descanso compruebo que he tirado ya una caja entera de cartuchos, lo que aprovecho para cambiar a cartuchos de novena que me han prestado. Hacemos una parada en la mañana y disfrutamos de un tapeo fantástico con unas vistas inmejorables y un solecito que hace quitarnos hasta el jersey incluso en estas fechas navideñas.
Reanudada la tirada, compruebo que estoy un poco más fino con los tiros, la verdad es que a cada ojeo compruebo que voy cogiendo el tiro y me voy dando cuenta de cómo los zorzales van llegando poco a poco. Finalmente consigo salvar algo los muebles de la jornada, consiguiendo llegar a la veintena de zorzales.

En la casa hacemos el recuento, mientras nos tomamos un caldito y un cocido buenísimo y vemos que prácticamente hemos llegado a los 200. Así transcurrió mi jornada a los zorzales, comprendiendo que la tradición ha dejado paso a otras modalidades de caza, no por ello menos entretenidas.
Como ven, el zorzal, pese a su tamaño, permite múltiples formas de caza que los cazadores, a falta de otras piezas más habituales, están empezando a disfrutar.
JAA