miércoles, 17 de diciembre de 2014

Navidad 2014

FELIZ NAVIDAD!! MERRY CHRISTMAS!! FROHE WEINHNACHTEN!!
 
Desde el blog de Caza y campo, esperando que este año que acaba, hayan podido descansar leyendo las entradas y disfrutar de la pasión que nos une, les deseamos una Santa y Feliz Navidad y un venturoso comienzo de año 2015.
 
Citando la salve montera: ..."A ti suspiramos, Patrona de los portillos y de las manchas, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, que a tus pies dividimos para tu patronazgo en esos valles del Estema y del Benbézar, del Bullaque y del Sardinilla, del Jándula y del Guadiana, que en el mapa de España mosaico son de nuestra humilde ofrenda.

...Y después de este destierro, Virgen Santa de Andújar muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre".
 
 ¡Viva Nuestra Señora de la Cabeza! Viva!! 
 


jueves, 23 de octubre de 2014

La primera en Valdeazor

A primeros de septiembre la Delegación de Agricultura de Ciudad Real saco una Orden por la cual se establecía la emergencia sanitaría en varias comarcas, entre ellas la de Almadén.
 
Nada más enterarme de las condiciones, nos pusimos a trabajar para pedir todos los permisos necesarios para poder dar una batida en el campo.
 
Como toda primera vez, nos organizamos para que todo estuviera preparado para una fecha concreta. Lo primero fue elegir el día, en este caso se eligió uno de los primeros fines de semana de octubre para evitar conflictos con otros cotos que ya tuvieran decididos sus días de caza.
 
Comenzamos a mover los participantes, las gestiones con la administración (medioambiente y sanidad) y la orgánica básica del gancho. Concretamos la rehala y la comida, y fueron pasando los días hasta que dando un repaso final, pusimos los puestos y revisamos la mancha para que todo estuviera listo para el gran día.

El día convenido, quedamos a las 10.30 de la mañana en el pabellón de caza para hacer el sorteo de los puestos, se notaba que estábamos en familia y que había cierta expectación por el resultado final del gancho. Todo era nuevo, no había precedentes, no se conocían las escapatorias, ni cuales puestos eran mejores o peores. Eso contribuía a que el ambiente fuese de expectación.
 
Rápidamente se inicio el sorteo de los puestos, habiendo previamente rezado por los monteros fallecidos, con un recuerdo a Pedro Fernández Pacheco recientemente fallecido. Fuimos 10 cazadores, que nos distribuimos en tres coches y salimos para la zona de caza.
 

 
Dejamos los coches y nos dirigimos en silencio hacía los puestos. Pablo se hizo cargo de guiar a la rehala y Juan de colocar a los monteros y dar las últimas indicaciones en campo.
El aire soplaba favorablemente para los cazadores y los perros batirían primero la zona del arroyo para luego concentrarse en la zona de monte más espeso.
 
Una vez colocados todos los puestos, se dio suelta a los perros y comenzaron las primeras carreras y ladras. Yo me encontraba en el puesto siete, en el arroyo, por lo que enseguida tuvimos a los perros encima.
Una primera ladra, seguida de una carrera, dio paso a una persecución de varias corzas que pacían ajenas a lo que se avecinaba.
 
El paso de los perros por el arroyo fue fugaz, mencionar que se vio un venado pequeño y alguna cierva que corrieron hacía abajo de la reforestación.
Eso si, en cuanto los perros llegaron a la mancha propiamente dicha, comenzaron las ladras y las carreras. La mayoría de los puestos vieron o oyeron algún bicho, ya fuesen ciervas, corzas o jabalíes.
Los guarros no queriendo salir a campo abierto prefirieron darse la vuelta, apretarse en las zarzas o escaparse por las gateras que bordean la mancha.
 
Así Miguel en el puesto seis, en la linde del coto, pudo tirar una marrana que buscaba la gatera previamente tapada y un marranchón que venía zorreando por la alambrada.
Otros puestos, caso de Enrique o Jacobo tuvieron un cochino que bordeando el monte no llego a salir a la línea de puestos.
 
Mi padre se llevo a Jaime, el cual está picado con la caza como el que más, disfrutando un montón pues vieron unas corzas que venían de frente empujadas por los perros desde el arroyo y una carrera rompiendo monte de unas ciervas que pasaron cerca del puesto de Valentín.
 
El resultado final fue de dos jabalíes, el convencimiento de que se había quedado caza en la mancha y un buen sabor de boca por el primer gancho en Valdeazor.
 

 
P.D. Para terminar nos tomamos un cocido que supo a gloria y puso la guinda a un buen día de caza en familia.
 
JAA
 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Artículos en Jara y Sedal

Desde hace un tiempo, gracias al éxito del blog y animado por muchas personas, me decidí a comenzar una nueva singladura en el mundo cinegético. Me propuse colaborar con las revistas del sector, con artículos de interés y que estuvieran de algún modo relacionados con mi formación y el mundo de la caza.

En primer lugar me volqué en sitios de internet como la web todomontería o la página de la FAC, montear en Andalucía, donde se han publicado varios artículos míos. Un poco después puse la vista en la prensa escrita y así después de muchos vaivenes, en este mes de febrero se publican dos artículos firmados en las revistas "La caza y su mundo" de MC Ediciones y "Jara y sedal" de Editorial América ibérica.

Actualmente desde hace casi año y medio, tengo la suerte de escribir un artículo mensual en la revista Jara y Sedal, que ahora lo edita innova ediciones, de la mano de su director Israel Hernández y su redactor jefe Ángel Vidal.

El último artículo recién salido del horno y publicado en la revista de octubre versa sobre la carne de caza en España. Os dejo imágenes de su publicación.




A partir de ahora los iré colgando en el blog, después de que se publiquen en su respectivo mes.

Os animo desde aquí a que compréis las revistas o las deis un vistazo, porque a partir de este momento, quién aquí firma también lo hará en dos revistas punteras del sector.

Muchas gracias por seguirme y por leer y disfrutar con el blog.
 
JAA

jueves, 26 de junio de 2014

Salidas tras los Capreolus

Llevamos ya casi la mitad de temporada. Finaliza junio y ya podemos hacer un pequeño balance de la temporada.  En lo que a mi respecta todavía no he podido llevarme el gato al agua, ocasiones he tenido pero por eso se les llama los duendes del bosque.

En los dos cazaderos habituales, Ciudad Real y Burgos, ha habido suerte dispar. La primera salida de la temporada me dejo un sabor agridulce. Salida de tarde, a la espera de que los corzos salieran a las siembras recién despuntadas. Me encontraba bajo un enebro, sentado, apostado con el rabillo del ojo en una siembra y el otro en la caída del monte. El tiempo iba pasando y el sol se fue ocultando entre la espesura, cada vez se oscurecía más y más. Al fondo de unas siembras, las más alejadas del monte, me entretenía con una pareja de cuervos que se peleaban. Mirando por los prismáticos me encontraba hasta que en un abrir y cerrar de ojos, por detrás intuí la forma de un corzo. Al girar la cabeza nos estábamos mirando el uno al otro. La silueta de un corzo, bien erguido, con las puntas blancas y relucientes, muy simétrico y alargado. Segundos de quietud y de muchos pensamientos de cómo llegar a encararme el rifle. Pasados unos segundos interminables, decido quitar el seguro al rifle que tenía apoyado en una rama e intentar encararme en el menor tiempo posible. El corzo hace ademán de volverse por sus pasos, momento en el que cojo el rifle ya con el seguro quitado y le apunto, pero ya no está. Le busco con el visor y solo acierto a verle el blanco trasero, mientras se va dando ladridos. Primera salida y primer encuentro. Nos volveremos a encontrar?


La siguiente vez, ya por la mañana, decido ir a otra zona del coto con el guarda. Eso supone pegarse un buen madrugón y recechar durante toda la mañana. A la primera asomada a las siembras nos encontramos con varias corzas que nos ladran pues ya están vigilantes. Las dejamos ir alejándose para que no monten una escandalera. Seguimos avanzando hacía una siembra dentro del monte, especialmente querenciosa para los corzos. Al llegar ya observamos varias corzas en mitad de la siembra, nos apostamos tras unos pinos cuyas ramas bajas nos ocultan de ser vistos. Poco a poco empieza a haber más movimiento, sale un vareto y tras él un corcete del año con cuatro puntitas. Pasado el tiempo prudencial nos volvemos tras nuestros pasos y decidimos seguir avanzando por en medio del monte. En un momento dado nos sorprende un corcete pequeño, bien formado, pero que no debemos tirar este año. Con él acaba una mañana que no podía haber sido más entretenida.


Por las mismas fechas, mi hermano y mi padre se disponían a buscar un macho bueno entre una reforestación ya avanzada. En varías salidas anteriores habían podido fotografiar varios corcetes jóvenes y otras tantas hembras. Sabían que por allí se encontraba un corzo que no daba la cara y había que buscarle.
De madrugada se acercaron en coche hasta la zona en la que presumiblemente se encontraría encamado el corzo. Esperaron a que amaneciera, vigilando el aire para poder entrar de la mejor manera y que no les levantase el aire. En plena primavera, andar por entre las filas de encinas y alcornoques se hace dificultoso, a la par que mirar por los prismáticos hace que se engañe la vista con ramas que se mueven. El objetivo estaba claro y la estrategia definida, ahora tocaba que hubiera suerte y el corzo se hayará en su sitio. Fueron haciendo una media luna para ir cortando el aire y ganarle la partida. Mientras, a cada paso iban observando detenidamente, el sol empezaba a bañar el horizonte y allí bajo una hilera de alcornoques destacaba la figurilla de unos cuernos. Era lo único que se veía, pues el corzo estaba tumbado y le cubrían las hierbas. Poco a poco se fueron acercando, el aire les venía perfecto, sigilosamente para no ser descubiertos por el corzo y a la vez atentos a no levantar ninguna corza que pudiera alertar al pretendiente. A unas decenas de metros y tras un acercamiento largo, pudieron abatir un bonito corzo, con cuernas en forma de gancho, bien perlado y oscurecido por el frote con las jaras y arbustos.


Otra mañana que me tocaba madrugar y esta vez ya amanece muy temprano por lo que en píe estábamos bien pronto. Esta vez fui con un amigo que es un aficionado al arco, lo cual a mi me fascina porque hay que echarle paciencia y saber moverse sigilosamente en el campo. La estrategia era recorrer toda la linde sur del coto mirando las siembras y procurando asomarme lo mejor posible a los pegotes de monte existentes. Nada más llegar, ya a dos luces, vimos unos corzos fuera en las siembras. Había que ir rápidamente antes de que fueran subiendo rumbo al monte. Dejamos el coche y nos dispusimos, yo me encaminé hacía la presumible zona por donde se meterían los corzos y mi compañero iría en paralelo por dentro del monte.
Cuándo llevaba unos centenares de metros recorridos, observe que los corzos habían mantenido su posición, pero empezaban a estar alerta. El aire lo llevaba bien por lo que lo único que podía incomodarles sería el ruido de mis pasos por entre el monte.
Al cabo de un rato los corzos corrían hacía el monte, por lo que decidí adentrarme a la siembra del interior y esperar a ver que salía. No hubo suerte, nada de movimiento por el interior. Volví un poco hacía atrás y continúe por la linde para otear las siembras. En mi observación con los prismáticos divise la figura inconfundible del corzo entre la siembra. Era un macho, que avanzaba por una veza, me salto el corazón, tenía una buena oportunidad. Aproveche que el horizonte hacía viso para ocultarme y ganar metros al corzo, a la par que conseguiría tenerle mejor a tiro y apreciarle. Al llegar a la zona deseada, allí estaba. La estrategia había funcionado y faltaba culminar el lance. Pero al intentar mejorarme un poco más se adentro en una siembra más alta y le perdí de vista. Segundos escasos en los que le deje de mirar bastaron para que se escabulliera para no volverle a ver. Otra vez me había ganado la partida!

Este es un poco el resumen de la temporada, dentro de poco llega el celo antes del merecido descanso estival. Suerte y ya os iré contando!!

JAA

martes, 3 de junio de 2014

Mejoras en las fincas de caza


En la actualidad la gestión de los cotos de caza pasa por ejecutar pequeñas, pero continuas, labores en el campo que permitan el manejo sostenible de los recursos de que disponemos. Los aprovechamientos que disponemos no son inagotables y por tanto si no se mejoran y modifican, corren el peligro de perderse. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo podemos mejorar el aprovechamiento de nuestra finca?

La realidad de nuestro campo se corresponde mucho con el dicho: “aquí debemos buscar los recursos del campo de debajo de las piedras”.

Por otra parte la actual situación de crisis está haciendo desaparecer los “filones” de negocios singulares sustentados por las primas aprobadas en el boletín oficial del estado.

En definitiva, volvemos a una situación básica donde las ayudas agrícolas quedan limitadas a la producción agrícola tradicional con un pago básico a las hectáreas y pagos básicos al ganado extensivo y vaca nodriza y luego pequeños incrementos para el “greening”, jóvenes agricultores, zonas desfavorecidas, etc. Este es el marco de la política agraria Europea, que no deja mucho margen para que las explotaciones mejoren sus recursos naturales.

Exceptuando las superficies de viñedos, olivares, frutos de cáscara, etc…, damos con enormes superficies de cereal de secano, pastizales, matorral arbolado y monte, donde convive la agricultura con el aprovechamiento ganadero extensivo, algún uso forestal y la actividad cinegética como elementos de gestión del medio y de actividad económica sobre el mismo. Aunque dependiendo de las zonas y regiones, el peso de una u otra actividad varía, la realidad es que estas son las que conforman principalmente nuestros paisajes y las especies que los habitan, y en muchos casos en permanente conflicto como es el caso de los daños a la agricultura por las especies silvestres o la absolutamente injusta atribución de los accidentes ocasionados por la fauna cinegética a los titulares de los cotos.

Precisamente estos espacios y sus aprovechamientos tradicionales de carácter extensivo o semiextensivo han generado un espacio de alta calidad ecológica que se ha plasmado en nuestra extensa Red Natura así como múltiples áreas protegidas, y a su vez en una mayor restricción de usos para los propietarios de los terrenos, lo que conlleva en algunos casos al abandono del campo. Este abandono del campo se traduce y se ve principalmente a la hora de acudir a las jornadas cinegéticas.

En plena temporada de caza, es habitual acudir a un ramillete de fincas para cazar en montería o simplemente para acudir al campo detrás de perdices y conejos. Muchas veces nada más entrar nos sorprende lo bien o mal que puede aparentar la finca en cuestión. Unas veces desde el principio del camino de entrada observamos cosas que no nos agradan, otras veces en cambio la impresión es muy buena desde el comienzo.

Pues bien, esos detalles que observamos nosotros y que puede ver cualquiera influyen positiva o negativamente en el ánimo de cualquier cazador que entra en una finca.

Así no es lo mismo entrar a una finca por un camino en buenas condiciones, con unas cunetas bien hechas y despejado de matorral y pasto en los alrededores, que por un camino con piedras, multitud de baches y sucio en general.

A veces las circunstancias marcan el estado de estas cosas, como en una finca de unos amigos a los que cruza un río por en medio del camino principal de la finca. Pues bien, ese río se desbordo un día previo a la montería, cruzando por encima del puente. La anécdota podía acabar ahí, pero si no llega a ser porque se había señalizado previamente el borde del puente no hubiera pasado ningún coche por allí el día de la montería. Que por cierto resulto un monterión.

El aspecto visual de una finca es fruto de una buena gestión. Ya se dice que “el ojo del amo engorda al caballo”, pues igual pasa con las fincas. Para poder vender una buena montería el aspecto de la finca debe estar en perfecto estado, sino el arrendatario preferirá buscarse otro lugar.

La mejora de los recursos de las explotaciones para que no parezcan abandonadas recaerá principalmente en la mejora de la cara visible de las fincas, que por lo general, serán las infraestructuras que posea, los caminos, los vallados, las instalaciones y dentro de la naturaleza, el estado general de los animales y de la masa forestal.

Ver animales raquíticos o no verlos cuando se debería o ver como se están comiendo literalmente el monte, deja una impronta poco reconfortante para el cazador que viene de fuera. Una buena labor de poda de la dehesa, unas reforestaciones hechas en zonas de escaso valor agronómico, mejoran ostensiblemente el aspecto general de nuestra finca.

Las fincas de caza, que están bien cuidadas se notan nada más cruzar el umbral de entrada. No hablamos aquí de grandes gastos en infraestructuras para que todo este impoluto, se trata más bien de una gran cantidad de pequeñas mejoras que hagan destacar ciertos aspectos visuales del campo.

La poda de esas encinas o alcornoques que tiene las ramas casi por el suelo, la limpieza del vuelo de los caminos de entrada a la finca, unas buenas instalaciones con agua corriente y luz mediante bombas y generadores si no se dispone de tendido eléctrico. Una mano de cal en la fachada de la casa o pabellón de caza, junto con una explanada bien cuidada como aparcamiento para los coches en el día de la montería, significa mucho y dice muy buenas cosas de cómo se cuida el resto de la gestión propia de la finca.

Una sola bombilla encendida en un porche una noche de invierno, transmitirá calidez y confort a cualquier cazador que llega a la finca por primera vez la noche antes de la cacería. Un guarda vestido con la vestimenta habitual y que tenga buenas maneras, sabrá cambiar la opinión de cualquier cazador resabiado que llega a primera hora con la cantinela de “haber que nos espera hoy”. El reflejo de una buena gestión se ve en los detalles, en las jornadas de caza, tal vez, en una única vez donde nos jugamos el todo o nada.

En este marco ¿Qué alternativas y mejoras tiene nuestro campo?

El campo Español goza de multitud de representaciones, desde la titularidad pública a la titularidad privada, y en su conjunto ofrecen un espacio en el que no es fácil la gestión del conjunto. Realmente la venta de montes públicos según se ha propuesto tiene demasiadas connotaciones negativas y gran parte de nuestro gran patrimonio natural proviene de la protección de los montes catalogados. Sin embargo, también es cierto que la administración de los mismos resulta enormemente ineficaz por la imposibilidad de gestionar la superficie en su conjunto, ya que los aprovechamientos se adjudican de forma individualizada: caza, pastos, madera, etc…, a lo que se añade que la rigidez del marco laboral de la administración hacen inviable contar con personal de trabajo y guardería adecuado a la realidad del campo.

Podría resultar interesante buscar fórmulas de arrendamiento a largo plazo, evitando la venta, que permitan el aprovechamiento integral de los mismos, generando empleo, inversión y mejora de los recursos. Desde el ámbito privado, para revitalizar nuestro campo debemos buscar la explotación de todas las posibles rentas que nos permite el medio mediterráneo con su enorme variabilidad. En este sentido nos encontramos con:

·         Mejoras en las explotaciones cinegéticas gracias a la integración de la gestión de la alimentación, control sanitario y de los recursos del medio, siempre desde la perspectiva de un manejo reducido y manteniendo el equilibrio del medio, considerando nuestra cabaña cinegética como las especies mejor adaptadas para aprovechar los recursos.

·         Cultivos alternativos que diversifican las producciones tradicionales de cereales de secano, que permiten acceder a otro tipo de mercados, y cambios en los sistemas de producción reduciendo los insumos mejorando de forma gradual la fertilidad de nuestros suelos.

·         Puesta en valor de nuestras masas forestales: se están produciendo cambios regulatorios que flexibilizan las normas de ordenación de montes para hacerlas más adaptables y permitir de esta forma nuevos aprovechamientos. La ordenación de montes ha demostrado que la planificación a largo plazo y la diversificación de los recursos y aprovechamientos son la mejor estrategia para nuestros normalmente exiguos montes y campos. El secreto: planificación, aprovechamiento sostenible, mejora de la calidad de los recursos, gestión y revisión de objetivos.

·         Revalorización de otros recursos: carne de caza, corcho, etc…

Todo ello pasa por dotar a los propietarios de herramientas de gestión y planificación adaptables y sencillas, que pasaría obligatoriamente por coordinar las administraciones implicadas.
 
1. Infraestructuras rurales.

Los lugares o las actuaciones que más rápidamente mejoran una finca de caza y que se notan y palpan desde fuera, son principalmente las de mejora de infraestructuras.

No se trata de hacer mucho gasto, sino de ir mejorando, rehabilitando o ejecutando actuaciones diversas encaminadas a dar buena vista a la finca.

¿Dónde se puede actuar?
Por ejemplo en la conservación de los caminos y pistas forestales. Lo que conseguiremos será facilitar la comunicación con todas las partes de la finca. Sé buscará por tanto una ejecución sostenible y de buena calidad para no tener que estar continuamente trabajando sobre los caminos. A este respecto se está avanzando en tecnologías capaces de mejorar la capacidad  portante del terreno favoreciendo la no acumulación de agua en ellos.

Otro punto de mejora de una finca lo constituyen sus cerramientos. Puede que nuestra finca no posea un vallado perimetral o que prefiramos que la finca este abierta, pero si queremos gestionar particularmente lo que tenemos en la finca es necesario vallarla. Para ese tipo de trabajos es importante dar con una calidad de malla adaptada a nuestros requerimientos y una buena ejecución. El mercado es amplio, pero únicamente existen varias casas en España que monten cercas cinegéticas con gran experiencia y profesionalidad.

Los trabajos forestales de poda o reforestación sirven para renovar la masa forestal, que cada año se puede ir perdiendo por envejecimiento o simplemente porque sirve de alimento a las especies cinegéticas. Después de los oportunos permisos a la administración y en las épocas determinadas al efecto, se llevaran a cabo las podas del encinar o alcornocal, favoreciendo la regeneración posterior.

Una buena poda mejora la producción de bellota por aclareo de la masa. A la par las reforestaciones aumentaran la capacidad de la finca para dar alimento y cobertura vegetal a las reses.

Finalmente, la introducción de la rotación de cultivos y por tanto de nuevas plantaciones en nuestra finca, conlleva una mejora en la utilización de los insumos. Se reducen los costes de abonados y aplicación de herbicidas y se obtiene una mayor producción global, al poder aumentar la superficie útil de siembra. Las plantaciones de oleaginosas y leguminosas aportan nutrientes al campo, favoreciendo las producciones de los cereales al año siguiente.

La gestión integral de las fincas conlleva un trabajo que en ocasiones es necesario dejarlo en manos de profesionales del campo.

2. Empresas que se dedican a estos temas:

Dentro del mundo del campo, podemos destacar algunas empresas que por su trayectoria, calidad en la ejecución y por su saber hacer, destacan sobre las demás en estos puntos a mejorar.

Ejecución y montaje de cerramientos:

 - FORTEMA S.L.: Empresa de reconocido prestigio, situada en Ciudad Real, dedicada a la instalación de alambradas de alta calidad y resistencia para uso agro-cinegético. Web: www.mallasfortema.com; Teléfono: 926 804 060.

Alimentación animal especializada:

- PIENSOS THURMA S.L.: Empresa pionera en la rama de alimentación natural, con amplia trayectoria debido a su experiencia en la gestión cinegética. Web: www.piensosthurma.com; Teléfono: 91 128 41 47

Construcción de caminos rurales:

- CON-AID EUROPA: Empresa de reciente creación con la representación en exclusiva para Europa de la distribución y desarrollo de la Tecnología CON-AID. Tecnología utilizada para estabilización y compactación de caminos. Web: www.conaideuropa.com; Teléfono: 91 300 55 97.

Trabajos forestales:

-VIVEROS FUENTEAMARGA: Empresa con amplia experiencia en la producción y distribución de planta forestal autóctona. Web: www.viverosfuenteamarga.com; Teléfono: 983 500 916.

Gestión de fincas rústicas:

- GESYTEC INGENIEROS S.L.: Empresa de servicios técnicos y de gestión del medio, donde podrá encontrar soluciones a los problemas más diversos asociados a las distintas actividades que se desarrollan en el campo. Web: www.gesytec.es; Teléfono: 91 300 55 97.

Desarrollo de cultivos:

- CAMELINA COMPANY ESPAÑA: Es el productor europeo de referencia de camelina, un cultivo energético sostenible no alimentario. La camelina es una oleaginosa utilizada para rotación de cultivos y producción de Biocombustible. Web: www.camelinacompany.es; Teléfono: 91 733 90 53.

Articulo publicado en Jara y Sedal en marzo de 2014.
JAA

miércoles, 19 de marzo de 2014

La edad de los corzos por su dentadura

Llegó la primavera y con ella la fiebre por el más pequeño de los cérvidos de la península. Por lo general solemos cazar o tirar lo primero que se nos presenta, valorando apenas la cuerna y buscando el mejor trofeo sin tener otras consideraciones en cuenta. Por el contrario el gestor habrá ido buscando la selección de las piezas por su edad, buscando el equilibrio entre sexos y cazando los ejemplares que a su juicio sean más aptos a sus necesidades de gestión.

La diferenciación de sexos es relativamente fácil, a no ser que sean ejemplares menores de un año, en cuyo caso nos será difícil la diferenciación en campo. En esta etapa, los corcinos, nacidos durante el mes de mayo, mantienen su librea moteada durante las primeras semanas de vida, siendo fácilmente identificables del resto en esta primera clase de edad.

A su vez, durante el mes de agosto los pequeños machos han desarrollado su primera cuerna en forma de pivotes, que nunca exceden los tres centímetros y que mantienen hasta enero, diferenciando así otra clase de edad hasta los nueve meses. Con la siguiente cuerna, que sobre el mes de abril ya está limpia de terciopelo, compuesta de dos perchas con una altura similar a la de las orejas, puede completarse una primera etapa juvenil en los machos hasta el año y medio.

A partir de aquí visualmente es difícil distinguir entre corzos de más de un año, aun así diremos que en cuanto a la diferenciación por edad, las sucesivas cuernas ya pueden constar de las tres puntas definitivas, aunque el desarrollo de éstas depende de muchos factores, por lo que no se puede establecer una relación directa con la edad.

En general, el menor tamaño de los ejemplares jóvenes en ambos sexos se aprecia claramente hasta finales de invierno. Con ello se obtendría un criterio relativamente fiable para establecer una clase de ejemplares jóvenes con menos de 1 año. A partir de la primavera, los individuos jóvenes alcanzan cerca del 80% de su tamaño corporal definitivo, con lo que de visu es prácticamente imposible diferenciarlos.
El aspecto general, aunque pueda dar lugar a observaciones subjetivas, puede ser un buen criterio, sobre todo si se está acostumbrado a contemplar animales, pudiendo establecer fácilmente tres clases de edad:
Como se puede comprobar ni para el más avezado de los gestores es fácil abatir un corzo sabiendo con claridad su edad, para ello hay que recurrir a la observación de la dentadura e ir clasificando los corzos cazados según la edad de los mismos. Mediante la observación de la dentadura podemos diferenciarlos por el método del recambio dentario, cuando se caen los dientes de leche y crecen los definitivos, y a partir de la evolución del desgaste dentario.

Las posibilidades de conocer la edad de los corzos mediante el estudio del recambio dentario son muy limitadas toda vez que esta especie muda totalmente la boca a los 12-14 meses de edad. Así pues, este método solamente permite discriminar a las crías nacidas en la primavera previa de los ejemplares de más de un año de edad. Para ello hemos de fijarnos en el aspecto del tercer premolar. En lo ejemplares inmaduros presenta tres cúspides mientras que en los adultos solamente dos.

En condiciones normales la única posibilidad de interpretar de forma aproximada la edad de un corzo es a partir de la evolución del desgaste dentario. En particular debemos fijarnos en cómo evoluciona el mismo sobre el primer molar (m1).

El desgaste se produce de forma centrífuga, esto es desplazándose desde las piezas centrales (pm3, m1) hacia adelante y hacia atrás, de modo que lo más importante es tomar cuenta del estado de las cúspides de esta pieza.

En todo caso el método permite discriminar entre cuatro clases de edad: crías, juveniles, adultos y viejos. La clase adulto debe ser considerada con cierta precaución ya que incluye ejemplares de entre 2 y 5 años.

Hemos de tener presente que cada pieza bucal tiene dos crestas, una lingual y otra vestibular. La lingual o interna es más elevada que la vestibular o externa, y su desgaste es menos evidente con el paso del tiempo. En las piezas podemos distinguir una cúspide anterior y una posterior, una cresta interna y otra externa, y un surco intermedio. En ambas crestas se aprecian unas líneas más oscuras, de un color entre ámbar y café con leche más o menos oscuro, que corresponden a la dentina. Es de recordar que el diente o muela se compone de un esmalte externo de color marfil, duro y brillante, la dentina que constituye la mayor masa, y una cavidad pulpar.

Teniendo esto presente podemos realizar la interpretación de las mandíbulas que conservemos y las que vayamos coleccionando en el futuro empleando la siguiente clave interpretativa.

1.-Tercer premolar con tres lóbulos: Menor de un año (corcino).

2.-Tercer premolar con dos lóbulos. Animal con dentición de adulto.

3.-Se aprecia desgaste en las crestas masticadoras. La dentina toma forma de media luna. Surco medio del m1 presente tanto en el lóbulo anterior como en el posterior: mayor de 3 años. Para aquilatar más hay que considerar los criterios 4, 5 y 6.

4.-Desgaste acusado. La dentina adopta la forma ovalo u oblonga. Surco mediano del m1 desaparecido totalmente en los dos lóbulos, o al menos en la parte anterior: Más de 6 años (corzo viejo).

5.-Dentina de la cresta masticadora interna del m3 con finas huellas de desgaste o en línea algo más gruesa. Dentina de la cresta masticadora interna del m1 en rombo: 1-2 años (corzo joven).

6.-Dentina de la cresta masticadora interna del m3 en rombo. Dentina de la cresta masticadora interna del m1 en rombo alargado o ya ovalado, conserva el surco medio: 3-5 años (corzo adulto). (1)


 Como se puede comprobar, parece una labor de investigador forense, pero con la práctica uno le va cogiendo el tranquillo y se puede convertir en un auténtico experto en la identificación de la edad de los corzos por su dentadura. Yo me aficioné y ahora es una práctica que aconsejo a todo buen gestor o cazador habitual de corzos.
JAA
(1) Información facilitada por la Asociación del Corzo Español (ACE).
Articulo publicado en el mes de mayo de 2013 de Jara y Sedal.

viernes, 14 de febrero de 2014

El Zorro de la cuerda de Pichón

Este es un relato corto de una montería de mucho viento y algo de fortuna...

En el momento en el que saqué la tarjeta con el puesto, supe que por la noche me iba a doler la cabeza. El puesto situado en la cuerda de Pichón, está situado en lo más alto, junto a unas peñas que dividen la solana de la umbría y que hacen de atalaya para los buenos monteros.
 
Desde mi puesto se observaba toda la mancha a cazar, la solana de Pichón, el sopié de Panzarrubía, el cerro del Milano...
Aquí me encontraba yo, en lo más alto de la finca y desde allí contemplaba toda la montería.
Ni que decir tiene que, como se puede apreciar en las fotografías, el día era frío y con mucho aire, lo que dificultaba sobre manera estar atento a ella.
 
 
Una vez colocado en el puesto decidí sentarme arropado por unas rocas, hasta que soltarán los perros. Inmediatamente escuché un tiro del puesto contiguo y me puse a escudriñar, entre las peñas y el monte, por si conseguía ver algo. Tenía el rifle sobre las manos, estaba todavía sentado, vi con el rabillo del ojo el paso de algo, seguí la posible huida y al instante se encaramo a una roca un hermoso zorro.
 
 Aquel zorro, como en ocasiones, se estaba saliendo de la mancha nada más oír a los perros. Cuidadoso como en otros días, huyó acompañado de otro zorro, para escaparse de lo que en la mancha se avecinaba. Aquel día su compañero acababa de ser abatido por un cazador y ella se disponía a salir de allí. Un acto propio de quién se sabe ya libre de peligro, fue lo que le llevo a perder la vida. Nada más encaramarse a la roca, echó la vista atrás, como para despedirse y allí mismo rindió su cuerpo.
 
Del resto del día poco más puedo contar, solo dejaros la bonita estampa de este zorro.


 JAA

miércoles, 29 de enero de 2014

Un buen día cerca de Oropesa

A las 21.30h llegábamos al Parador de Oropesa, cansados por la semana, pero ilusionados por la jornada de caza que nos iba a deparar el día siguiente.
 
La tercera de las monterías que se celebran en esta finca, ponía punto final a la acción de la presente temporada. Teníamos por delante completar el cupo previsto, aunque no soñábamos con realizarlo, ya que cuatro venados y demás guarros nos parecía muy difícil. Por si acaso echamos balas al zurrón...
 
El día amaneció soleado, sin casi viento y perfecto para cazar, pues las lluvias de la semana habían dejado el cazadero en condiciones optimas para los perros y para las reses.

El sorteo se realizó rápido para poder cerrar la mancha y a las 11.30 ya estábamos en el puesto. Al dejar los coches pude sacar esta imagen de la Serranía de Gredos, con las cumbre nevadas que con el deshielo riegan la llanura de la bella localidad de Oropesa. Y precisamente nuestro puesto se encontraba cerca de una vaguada por la que circulaba un arroyuelo, lugar que identificamos como probable huida de las reses por el cortadero.

A la montería iba acompañando a mi padre. Nos encontrábamos en medio de la mancha y ya en la colocación de los puestos habíamos visto movimiento de reses. Al poco de ponernos, oímos la llegada de los camiones de los perros a la suelta y en ese preciso instante el campo empezó a bullir de movimientos. Los primeros mirlos huyeron de su seguridad en la madroña, las reses empezaron a buscar las veredas por donde correr y los viejos cochinos se apretaron en la espesura de algún lentisco.
 
Empecé con la suerte del tiro, esta vez mi padre me dejo tirar primero, ya que quería que cazase un buen macareno. Yo no estaba muy convencido de empezar ya que últimamente la suerte no me acompaña y eso de tirar con un rifle desconocido...pero acababa de sacar un buen puesto y "a caballo regalado no le mires el diente".

Mientras esperábamos a la suelta, escuchamos movimiento dentro del monte, en frente del puesto. Notábamos la presencia de alguna res o guarro que intentaba sacar el aire o el mínimo ruido para conocer nuestro paradero.
Fueron minutos, que parecieron horas, una lucha entre el agudo oído del animal y la quietud de dos cazadores que, sabedores de jugar el lance favorablemente, suponía estar como estatuas durante un rato.
Al ir avanzando los perros, empezaron las ladras, por un lado, por otro, unas mas pronunciadas otras más lejanas. De repente una carrera se dirige hacía nosotros. Me preparo, puede ser el macareno que habíamos escuchado minutos antes, al momento salen dos jabalíes. Apunto y disparo, errando el tiro y volviendo a disparar mientras se mete en el monte.
- ¡Vaya la que he liado! - le digo a mi Padre, - sabía que esto iba a pasar - concluyó.

Sin tiempo para nada, mi padre me urge a que recargue pues viene otra ladra. Cambio las balas al express y de inmediato encaro otra vez a la raya. Esta vez un descomunal guarro intenta colarse por el mismo hueco que las anteriores. Esta vez corro bien la mano y consigo pincharle en los cuartos traseros. Pienso, ¡éste no se me va! y lo remato antes de que dé muchas vueltas. El corazón a mil, abrazo con mi padre y un enhorabuena. El jabalí yace en medio del cortadero.
Después de las felicitaciones, comentamos que ése si que era el guarro que careaba al inicio de la montería y las otras dos eran una guarra y su primalón, junto con un rayón que paso a pocos metros detrás. Esta vez le paso el rifle a mi Padre, consciente de que yo ya había echo mi parte y que le tocaba a él.
No pasaron más de diez minutos, cuando otra carrera nos sorprendió por la misma zona del arroyuelo que teníamos a nuestra izquierda. Segundos de tensa espera, hasta que salen varias ciervas, seguidas de un venado. A mitad de la raya suena el disparo y el venado hace un extraño. Antes de que se meta en el monte otro disparo y seguidamente el venado se adentra en la espesura. La impresión es que puede ir tocado, pero no sabemos.

Parece ser, que el primer lance lo estamos fallando, pueden ser los nervios o el corazón a mil que se nos pone con cada lance y que no nos deja descansar, pues a cada momento surge una ladra o varias o alguna carrera.

Decidimos volver a cambiarnos el arma, nada más cruzarnos al otro lado del cortadero, al pasar los perreros por delante. Fueron momentos de relativa calma, hasta que otra vez volvió la tensión.
Llevaba escasos minutos con el arma entre las manos, cuando se volvieron los perros, tras una ladra y salió un guarrete, al que no deje llegar a la mitad del cortadero. Un tiro algo delantero, que dejo al cochino montando una escandalera, hasta que fui a rematarlo.
Para mí, la montería estaba sobre pasando cualquier expectativa, por lo que le dije a mi Padre que desde ese momento yo me dedicaba a hacer de secretario.

Los perros se fueron alejando hasta el final de la mancha, lo que no dejo de seguir estando interesante, pues los puestos de al rededor estaban tirando y a nosotros nos entraron varias ciervas, un vareto y un rayón, que algo despistado nos hizo reír un momento.

Otra vez de vuelta los perros y mientras disfrutábamos de un solecito mañanero muy agradecido, nos sorprendió una carrera que se freno en el mismo borde del cortadero. Yo acertaba a ver un venado. Mi Padre me dijo que iban dos y que el bueno era el de detrás. Segundos de tensión. El venado se decide a avanzar y con él el otro, que si parece un poco más grande.
Rápido de reflejos, corre la mano y al instante, bum! Un tiro y el venado cae entre una madroña nada más cruzar el cortadero. Le vemos zarandear la cuerna y caer lentamente.

Más abrazos y exclamaciones!! Dos guarros y un venado, además de fallar otros tantos y la cantidad de lances y bichos vistos, hacen de esta montería una de las mejores de los últimos años, en las que he asistido.


Recogiendo la postura, me permito sacar otra foto de la esplendida vista del macizo de Gredos, que siempre quedará vivo en mi recuerdo.
 
Hasta el sábado! Donde terminamos con la acción de El Rondal.

JAA

 

sábado, 4 de enero de 2014

Imágenes de 2013

Quiero dejar constancia de algunas imágenes que nos ha dejado este año 2013 recién finalizado.

Empezábamos el año en El Robledo, fallando un impresionante guarro entre los hermanos, acababa de estrenarse el año y el suído nos la jugó.

Este no es el guarro pero por tamaño se le parece
Enero fue tiempo de monterías.
El Rondal
Oropesa
En febrero ya se veían los primeros corzos con la cuerna recién formada, todavía con el pelo de invierno y esperando la primavera para empezar a engordar.


Corzos Castellano-Manchegos
Marzo y abril fueron meses donde la primavera explotó en múltiples coloridos y vegetación por todas partes.

Garza en el Guadiana
Crecimiento de la Camelina
Las viñas en su segunda primavera
Llegaron los meses de mayo y junio y con ellos la eclosión de las crías de los animales que pueblan nuestras sierras.

Rayones a la carrera
En verano, después del parón estival, llegó la media veda y con ellas nuestras salidas tras las palomas y tórtolas.

Con su vuelo rápido y veloz, hicieron las delicias de los cazadores
Septiembre es sinonimo de berrea y ronca a comienzos de octubre. Los venados y gamos de las fincas aprovechan estos días para perpetuar la especie y de paso estrenar sus recientes cuernas.





La berrea y la ronca
Finalmente este último trimestre vuelta otra vez a la temporada de monterías, en la cual sobre todo me quedo con fotos de mis familiares y amigos, que han tenido suerte en los meses precedentes.





Ahora toca pedir a los Reyes Magos que este 2014 sea al menos, o porqué no pedirlo, mejor que el anterior.

Hasta la próxima!!!

JAA