Llevaba algo más de dos meses sin escribir nada en el blog, dos meses de verano con mucho trabajo por delante y deseando volver a coger los bártulos.
En estas fechas en las que os escribo, ya avanzada la media veda y después de un mes de agosto de playa en playa, pude por fin volver a coger la escopeta. Lo primero de todo fue desempolvarla, engrasarla, aunque estaba limpia de la temporada anterior y ordenar la canana con los cartuchos.
Ahora mismo las palomas y tórtolas ya están muy breadas y vuelan muy alto, pero alguna se deja de ver en sus querencias y pasos y siguen bajando a comer a los rastrojos y a beber en las charcas.
Amanecí temprano, me puse los pantalones y la camisa de "cazar en verano" y al huerto. Lo he llamado así no por que sea una complicación, sino porque la zona donde me quería poner es un antiguo huerto.
La mañana estaba fresca y nubosa y nada más bajar observe un buen bando de palomas que se tiraba a un rastrojo a la derecha de donde yo me iba a colocar. Normalmente el puesto del huerto es de los llamados al agua, dicho así porque esta cerca de un pilón donde las palomas y tórtolas se acercan a beber después de una mañana de ingesta en los campo recién cosechados.
Ya estaba puesto y solo faltaba que empezasen a llegar los pájaros. La mañana no resulto como esperaba pero sirvió para desentumecer los músculos, ir corrigiendo errores de tiro y puntería y sobre todo para oler a pólvora.
En breve comenzaremos con la preparación de las monterías y muchos temas interesantes en el blog de este año.
Espero no dejaros tanto tiempo sin poder leer algo de Campo y Caza.
JAA
