jueves, 17 de febrero de 2011

Ferias de Caza

Se va terminando las temporada de caza en casi toda España y como no puede suceder de otra manera, los cazadores intentamos alargar ese cierre de temporada acudiendo a las ferias de caza que se celebran en Madrid.

Como otro años nos damos de bruces con la cabezonería de algunos, principalmente los gestores de las dos ferias de caza más importantes a nivel nacional, Venatoria y Ficaar, que no acaban de aunar esfuerzos y unir las dos ferias en una.

Hasta hace unos años al menos cada feria se celebraba en fechas dispares, desde hace algunos años ambas ferias se celebran el mismo fin de semana. No se sabe si se hace así para ir limando asperezas y unificar, por fin, ambas ferias o se hace para jorobar un poco a los pobres cazadores y aficionados al mundo de la caza.

Con todo, estos días 4, 5 y 6 de marzo son buenos días para organizarse y pasar por ambas ferias. Las más de las veces nos encontraremos con las mismas ofertas y novedades, stands de coches, organizaciones de caza en el extranjero, armerías, taxidermias, etc.

También es buen momento para recordar lances, ojear algún libro, entretenerse con un vídeo de caza, saludar a compañeros de fatigas. Y para los que no podemos estar mucho tiempo sin pensar en cazar, será momento de planificar alguna escapada a los corzos en primavera o más adelante un safari o a la vuelta de verano una batida con amigos.
No sé a lo mejor por esto de la crisis todo se queda en alguna colección de DVD's que veremos y veremos hasta rayarlos.

...y dentro de nada se abre la veda del corzo!! Hasta Pronto.

lunes, 14 de febrero de 2011

Por tierras Burgalesas

Este domingo fue mi última montería de la temporada. Cazábamos en La Calabaza, esta vez fui con Juan nada más porque al final fallaron varios acompañantes.  A las 7.30 me recogió Juan en casa y marchamos para Aranda. Llegamos puntuales a la junta, nos presentamos a los organizadores y esperamos al sorteo de puestos. 

La mañana amaneció en Madrid con nubes y claros, por el camino encontramos numerosos bancos de niebla y al llegar estaba nublado pero no tenía pinta de llover.
Una vez sorteadas las posturas, me tocó el 14 de La Maestra, una traviesa en medio de la mancha que prometía, y así fue, en cuanto salieron los perros corrieron las ladras y empezo a animarse el monte.
Las ladras corrian hacía todas partes, yo andaba con los ojos puestos en un claro de monte que tenía en frente y en el cual podía dominar unos 50 o 60 metros. De pronto una de las ladras se acerca velozmente y se oyen varios disparos, tras los cuales siguen latiendo los perros y se escuchan más tiros.

El monte sigue bulliendo, los perros cada vez estan más cerca, el puesto de al lado no para de mirar hacía todas partes igual que yo. Al parecer los perros han cogido una guarra que iba con su piara y éstos están dando bastante juego, no así por mi puesto que no salta nada.
Dicho esto nada más pasar los perros por la traviesa, salto velozmente una corza muy cerca del puesto y pude contemplar su bella estampa.

Al rato me escribe Juan que ha cobrado un cochino y visto varios corzos, ya no se oyen los perros y comienza a caer una ligera llovizna, así hasta el final de la montería.
De camino al coche, voy pasando por los puestos y compruebo, no sin lástima, que del puesto 10 hacía el principio de la armada han cobrado varios guarros, esos que animaron el comienzo de la mañana. Ya en la casa de la finca me encuentro a Juan que me comenta lo de su cochino, comemos y vemos cómo van llegando los jabalíes cazados, un total de 29.

Enhorabuena  a los organizadores. No está nada mal para ser el final de temporada, hasta la próxima...



martes, 8 de febrero de 2011

Cazando entre semana

No es muy normal cazar un día laborable, pero si se da la oportunidad hay que aprovecharla, además era en casa. Siempre está la excusa en el trabajo que se tiene un tema familiar al que no se puede faltar, que ha surgido de repente y hay que ir sin falta.

Otro día más nos juntamos en el pabellón de caza para desayunar, estábamos algunos conocidos y los más desconocidos, pues a estas monterías entre semana suele ir otra gente. El día era perfecto para la práctica de la caza, soleado, algo de fresco al comenzar el día, una pequeña brisa y por supuesto una lumbre para calentarse.

Después de las migas con huevo y torreznos nos dispusimos a sortear las armadas, nos toco la traviesa de las Lastras nº 4.

Lo primero que vimos fue un venado pequeño que nos entró por la derecha pero solo veíamos su cabeza, había poca visibilidad y paso rápido por un filón de monte. Un rato después entraron una cierva y un vareto por la izquierda. Oímos varias veces una res que se movía detrás nuestro pero estábamos aireando y no llego a cruzar en ningún momento.

La montería transcurría sin mayor distracción, pues las reses estaban volcadas hacía la otra punta de la mancha. Ya casi al final, mientras hablaba con el secretario, fui a coger mi sombrero cuando vi una cuerna que asomaba entre los arbustos. Era un venado que nos observaba parado delante nuestro, estaba dentro del monte al otro lado de la raya y no queríamos tirarlo. Agachados estuvimos observándolo, estaba quieto enfrente nuestro, derrepente le sonó el móvil al secretario y el venado se asustó y corrió en sentido contrario a nosotros.

Así terminamos la jornada, al final se cazarón 18 venados.

 por Teresa Arce.


Dos de los venados de los 18 que se cazarón