jueves, 23 de octubre de 2014

La primera en Valdeazor

A primeros de septiembre la Delegación de Agricultura de Ciudad Real saco una Orden por la cual se establecía la emergencia sanitaría en varias comarcas, entre ellas la de Almadén.
 
Nada más enterarme de las condiciones, nos pusimos a trabajar para pedir todos los permisos necesarios para poder dar una batida en el campo.
 
Como toda primera vez, nos organizamos para que todo estuviera preparado para una fecha concreta. Lo primero fue elegir el día, en este caso se eligió uno de los primeros fines de semana de octubre para evitar conflictos con otros cotos que ya tuvieran decididos sus días de caza.
 
Comenzamos a mover los participantes, las gestiones con la administración (medioambiente y sanidad) y la orgánica básica del gancho. Concretamos la rehala y la comida, y fueron pasando los días hasta que dando un repaso final, pusimos los puestos y revisamos la mancha para que todo estuviera listo para el gran día.

El día convenido, quedamos a las 10.30 de la mañana en el pabellón de caza para hacer el sorteo de los puestos, se notaba que estábamos en familia y que había cierta expectación por el resultado final del gancho. Todo era nuevo, no había precedentes, no se conocían las escapatorias, ni cuales puestos eran mejores o peores. Eso contribuía a que el ambiente fuese de expectación.
 
Rápidamente se inicio el sorteo de los puestos, habiendo previamente rezado por los monteros fallecidos, con un recuerdo a Pedro Fernández Pacheco recientemente fallecido. Fuimos 10 cazadores, que nos distribuimos en tres coches y salimos para la zona de caza.
 

 
Dejamos los coches y nos dirigimos en silencio hacía los puestos. Pablo se hizo cargo de guiar a la rehala y Juan de colocar a los monteros y dar las últimas indicaciones en campo.
El aire soplaba favorablemente para los cazadores y los perros batirían primero la zona del arroyo para luego concentrarse en la zona de monte más espeso.
 
Una vez colocados todos los puestos, se dio suelta a los perros y comenzaron las primeras carreras y ladras. Yo me encontraba en el puesto siete, en el arroyo, por lo que enseguida tuvimos a los perros encima.
Una primera ladra, seguida de una carrera, dio paso a una persecución de varias corzas que pacían ajenas a lo que se avecinaba.
 
El paso de los perros por el arroyo fue fugaz, mencionar que se vio un venado pequeño y alguna cierva que corrieron hacía abajo de la reforestación.
Eso si, en cuanto los perros llegaron a la mancha propiamente dicha, comenzaron las ladras y las carreras. La mayoría de los puestos vieron o oyeron algún bicho, ya fuesen ciervas, corzas o jabalíes.
Los guarros no queriendo salir a campo abierto prefirieron darse la vuelta, apretarse en las zarzas o escaparse por las gateras que bordean la mancha.
 
Así Miguel en el puesto seis, en la linde del coto, pudo tirar una marrana que buscaba la gatera previamente tapada y un marranchón que venía zorreando por la alambrada.
Otros puestos, caso de Enrique o Jacobo tuvieron un cochino que bordeando el monte no llego a salir a la línea de puestos.
 
Mi padre se llevo a Jaime, el cual está picado con la caza como el que más, disfrutando un montón pues vieron unas corzas que venían de frente empujadas por los perros desde el arroyo y una carrera rompiendo monte de unas ciervas que pasaron cerca del puesto de Valentín.
 
El resultado final fue de dos jabalíes, el convencimiento de que se había quedado caza en la mancha y un buen sabor de boca por el primer gancho en Valdeazor.
 

 
P.D. Para terminar nos tomamos un cocido que supo a gloria y puso la guinda a un buen día de caza en familia.
 
JAA
 

3 comentarios:

  1. No esta nada mal para ser la primera organización, a mas de una y de dos e existido yo y con mas posturas y, no se han visto ni ratas....Enhorabuena y a seguir disfrutando de la caza entre familia y amistades que es de lo que se trata. Saludos cordiales.

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  2. Enhorabuena por ese magnifico día, espero que sigas compartiendo estas fabulosas historias. Un saludo

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  3. Fue un día fructífero entonces, enhorabuena esos dos ejemplares de jabalíes se ven bien Juan, un abrazo y enhorabuena

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