sábado, 5 de enero de 2013

Fin de año en el campo

En primer lugar quiero felicitar el año 2013 a todos, esperando que sea el de la recuperación y que todos podamos disfrutar de nuestra afición mejor que nunca.
Este año que dejamos, acaba con 18.600 visitas al blog, 23 miembros del blog y 168 seguidores en el twitter del blog. Por eso os quiero dar las gracias por la difusión entre vuestros amigos y colegas de afición. Sin vosotros casi no merecería la pena escribir sobre ello.
Volviendo al post de hoy, he podido salir con mis hermanos y tíos a tirar a las perdices durante los días de navidad y casualidades o no he podido ver más caza mayor que nunca.
Las reforestaciones que se hicieron hace unos años, ya están muy crecidas y parece que a las reses les gusta bajar del monte y encamarse en estas zonas donde están tranquilos y no se les molesta.
El día 30 salimos en mano mi Padre y yo por la zona de las tamujas pegado al arroyo con vistas a darle una vuelta a la finca y ver si salía alguna patirroja o liebre. Mis tíos se habían apostado un poco más adelante por si salía un guarro que habían visto con anterioridad. Nosotros fuimos despacio a ambos lados del arroyo, escudriñando cada tamuja, lentisco o encina para sorprender a las perdices que estarían al borde de la siembra.
Fuimos avanzando y solo vimos alguna que otra paloma que huía a cierta distancia sin poder disparar. Pasados el primer kilómetro de caminata, decidimos acercarnos a la zona donde se habían apostado mis tíos. Intuimos que al no oír disparos no habrían visto nada.
Al llegar, nada de nada habían visto, por lo que decidimos pararnos a charlar un poco y decidir por dónde seguíamos en mano. Pasados unos momentos, mi padre señala sobresaltado una guarra que viene a la carrera hacía nosotros desde la reforestación. Rápidamente cambio los cartuchos por balas y corro unas decenas de metros hasta que la guarra se intenta meter por una gatera y se pega un topetazo contra la malla. Esta a setenta metros y logro disparar una vez sin suerte, antes de que encuentre la gatera y se vaya entre las tamujas.
(no se corresponde con la original)
Inmediatamente después de los lamentos, por la linde vemos correr tres primalones que habían decidido tirar por otro camino y a los cuales mi tío logra tirar pero sin suerte. ¡Vaya, se nos han escapado! Exclamamos. No entendemos muy bien porque se han asustado y corrido hacía nosotros pero más rabia nos da no habernos quedado con ninguno.
Después de un rato decidimos seguir por la reforestación hacía el agua del rayo y de ahí al Pilar. Solo vemos palomas lejanas y una corza que vemos solo las orejas pues está tumbada. Al levantarse le siguen tres corcinos.
Al día siguiente, esta vez con mis hermanos, decidimos dar una vuelta a la finca pero en el sentido contrario al día anterior.

Comenzamos en Valdeazor y vamos cruzando toda la reforestación hasta el camino que va a la laguna. Por el camino vamos en línea Álvaro, Jacobo, Nacho Y yo. En los primeros metros Nacho y yo tiramos unas palomas y un bando de perdices, se nota que estoy desentrenado pues las fallo a capón.

En toda la reforestación vemos hasta nueve corzos, dos ciervas y varios varetos, es impresionante lo bien que están creciendo los alcornoques y encinas, ya está todo muy tupido y se va llenando de caza. 
Seguimos dando la vuelta pegados al agua del rayo, llevamos tiempo sin que nos salga ninguna rabona o patiroja, pero seguimos con esperanzas. Al llegar al filo del montecillo, Jacobo tira una liebre y de inmediato suena una carrera y aparece una cierva entre Alvaro y yo, la cual dejamos pasar, no sin gran sobresalto.

Ya estamos otra vez en la zona de las tamujas, prácticamente recogiendo para subir a casa. Nos encontramos hablando y esperando a Álvaro que es el que va más abierto y tiene que cruzar el arroyo. En esta espera suena un tiro, seguido de un ¡Ahí va el guarro!, nos miramos estupefactos y vemos aparecer un guarraco entre las tamujas. Ver al guarro y salir corriendo, mientras cambiamos los cartuchos por balas, es un todo uno. El guarro se para a 70 m, sorprendido de vernos y aprovechamos para cargar y apuntar, ya en movimiento tiramos los tres sin darle. Nacho dice que va tocado, yo he visto que el mio daba en el agua justo delante de él. El guarro sale corriendo y se oyen dos disparos más de Álvaro. 

Cuando llegamos al lugar, nos dice que lo ha fallado a huevo y piensa que va tocado. El bicho va trotineando y se para en la distancia debajo de una encina. Decidimos ir hasta allí para ver si da sangre. Así es, una gotita encontramos, pero no deja rastro suficiente y nos lleva mucha ventaja. Álvaro se lamenta porque es el primer guarro que tira y hubiera sido un fin de año perfecto. 
(No se corresponde con el original, lógicamente no llevábamos cámara)
No ha podido ser, pero esto promete para años sucesivos. Felices fiestas, buen comienzo de 2013 y que siga la caza.
JAA

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