miércoles, 24 de octubre de 2012

En los barrancos de La Canaleja

Durante el puente del Pilar, me llamo mi hermano Alfredo para acompañarle a la montería de La Canaleja. Yo me encontraba en el campo y por tanto cerca, por lo que decidimos que me pasaba a recoger y marchábamos hacía la junta en el pueblo de Baterno.
La Canaleja es una finca abierta en plena serranía de Badajoz, que normalmente se da en dos manchas, los barrancos y la sierra.
Este año, como los últimos, hizo mucho calor desde el inicio y eso complicaba las cosas. Pienso que es mejor retrasar, en estas condiciones, el inicio de la temporada para que los perros trabajen bien, los perreros no lleven a los perros en los pies a las primeras de cambio, no se pierdan tantas ladras y los cazadores no tengamos que ir en pantalones cortos a cazar.
Dicho esto, a las 9.30 nos encontrábamos en la nave municipal para tomar las consabidas migas y sortear los puestos. Yo iba con la idea de acompañar a mi hermano al puesto, pero Güido Trochi, el dueño de la finca, me dijo que sobraban algunos puestos y que si quería al final eligiera uno.

Al finalizar el sorteo, sobraban dos puestos y pude elegir uno, el Cierre del Cerro Colorado el 9, que es una traviesa de cierre pegada al río que hace de frontera con otra finca. Salimos de los primeros hacía los puestos y nos fuimos colocando. Como acompañante y vecino de puesto fui con un rehalero que ese día tuvo que coger la escopeta y ponerse en el puesto designado para su rehala.

A eso de las 12 ya estaban soltando los perros y comenzaba la montería. Venía un ligero viento que nos hacía airear la mancha, aun así las primeras carreras y ladras no se hicieron de rogar y en cuestión de minutos me entraban al puesto dos ciervas seguidas de un hermoso vareto. Ya estaba pensando que en breve me entraría por ese mismo sitio algún venado.
Al fondo tenía el río y por el mucho calor que hacía, veía constantemente a los perros bajar a beber del río y volver a subir en busca de otro rastro. Las carreras se sucedían pero no acababan de entrar a mi puesto más que ciervas. En una de esas carreras, note como ésta se desviaba hacía el puesto de al lado, escuchando un disparo y notando como seguía la ladra. Al segundo vi a los perros a mi izquierda en un claro y pude ver que el venado iba pinchado y se había quedado debajo de una encina. El perrero del puesto de al lado volvió a disparar varía veces hasta que le acertó.

Fue pasando el tiempo y las rehalas se iban alejando cada vez más, hasta el punto de dejar de oírlas. De vez en cuando alguna ladra se escuchaba en la lejanía o parecía acercarse hasta el cierre, pero se desviaba hacía un barranco que se encontraba a mitad de camino.
Finalizando la montería, con los perros volviendo hacía el lugar de la suelta, escuchamos la última carrera que fue una vez más hacía el puesto número 10, que se encontraba a mi derecha, más pegado hacía el río y por tanto con mejor vía de escape de la mancha. Un solo tiro fue la respuesta a esa carrera, por lo que deduje que algo se había cobrado.
Nos reunimos la armada a la espera de que el postor marcase bien las reses cobradas y marchamos hacía la casa de la finca para tomar un breve refrigerio y comer. En la junta de carnes fueron llegando las piezas cazadas, con especial mención a un buen macareno y un venado al que le faltaba un cuerno pero que tenía 7 puntas bien formadas. El resultado de la montería fue de 14 venados y 8 jabalíes.

Un buen resultado para una montería que no entraba en mis planes a principio de temporada. Esto es solo el comienzo, acabamos de empezar y todavía quedan 4 meses largos de temporada. Mucho ánimo y buena caza!
JAA

miércoles, 17 de octubre de 2012

Gancho en El Pinar

Después de dos semanas preparando el gancho, habíamos quedado unos cuantos a las 7.45 de la mañana para partir hacía Aranda.
En total seriamos unos 15 puestos con tres rehalas que batirían las apenas 200 Ha de la mancha. Habíamos distribuido dos armadas de cierre en pico y dos puestos dispersos en la mancha. Los perros soltarían en una punta y llegarían al tope hasta los cierres. Apenas dos horas de gancho que prometían ser un buen comienzo de temporada.
La junta fue en el bar San Francisco a las 9 de la mañana, allí estábamos todos puntuales, tanto que el dueño del bar no había abierto cuando una cola de personas aguardábamos en la puerta. La idea era tomarnos un café con algo y rápidamente sortear para poder empezar a cazar a las 11. La mañana ya presagiaba que iba a hacer calor y así fue durante toda la jornada.
Comenzó el sorteo por mi, cambiando la tendencia del año pasado, cuando casi ni me nombraban, tocandome en suerte el 2 del cortadero de Quemada.
En la mesa, organizando, estábamos Tintín, Juan Rasilla y yo. Una vez sorteados los puestos, comentado las incidencias e indicaciones, rezamos una Salve y nos dispusimos a salir las armadas de cierre.
Los puestos de la armada del cortadero, llegamos puntuales y nos fuimos colocando en los puestos.

Comenzaba la temporada 2012-13, con la ilusión de que todo saliese bien y al menos pasar un buen día rodeado de amigos y conocidos. Nada más ponernos comprobé que el aire nos era favorable, aunque muy cambiante durante todo el gancho. Al llegar los perros a la zona de suelta, al ser una mancha pequeña, pudimos notar los primeros movimientos y carreras de los perros, que también estaban deseosos de empezar.
Minutos después se escucharon los primeros tiros, varios repetidos. Hasta nueve tiros conté a lo largo del gancho, no sin sorpresa porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar en la mancha.
Con paciencia se fueron sucediendo las ladras y las carreras, seguidas de algunos tiros más. En los puestos del comienzo del cortadero, tuvimos una ladra al final que no llego a salir a la línea de puestos y que fue en dirección a la carretera saltándola. Probablemente de algún corzo.
Al rato, debido al calor y al ser inicio de temporada, vi volver al perro desde la carretera al cortadero, yendo a para a mi puesto y tumbándose durante un buen rato mientras jadeaba sin parar.
Llegada la hora de retirarse de los puestos, comenté con el puesto nº 1 un lance en el que había visto como tiraba un zorro. Me comento que habiéndolo visto casi parado al borde del cortadero, pego una carrera pudiendo tirar sin acertarle.
Al acabar llame a Tintín para saber que tal se había dado en el otro cierre, contándome que se había cazado un guarrete y tirado otro. Al momento llegamos a la junta de carnes y el guarda trajo los cuatro guarros que se habían cazado. Una guarra y tres marranchetes que colmaban las espectativas puestas en este día de caza entre amigos.


Para acabar nos fuimos a comer y de vuelta para Madrid para ver el Clasico.
JAA

martes, 2 de octubre de 2012

Octubre: mes montero

Octubre es un mes que amanece con el declinar de la berrea y termina con el sonido inconfundible de la montería.
 
Parece que este año octubre nos va a sorprender con lluvias tempranas y no vamos a tener que montear en bermudas.

Este mismo fin de semana ya comienzo la temporada en Aranda con un gancho que promete ser un buen aliciente de la siguiente montería en el coto que esperamos sea la de mejores resultados. En estas zonas al cochino le gusta el frío y es más fácil aquerenciarlos en los meses de enero y febrero. El año pasado la montería se dio francamente bien y se cazarón catorce guarros y cinco zorros.
 

 
Más tarde hacía el veinte, comenzamos también con la acción del Rondal, de sus tres monterías se caza el morro, que suele ser la que mayor cantidad de reses tiene y la que sirve para vernos las caras a los socios después de todo el verano. El año pasado estuvo flojilla por el calor, pero estuvo muy entretenida y los perros se comportarón fenomenal, aun estando en pretemporada.
 

 
Y a final de mes tengo otra en Madrid cerca de casa, a la cual voy invitado y ya os contaré un poco cómo se da...en seguida llegará Noviembre y nos encontraremos metidos de lleno en otra temporada montera.

Mucha suerte a todos y que la patrona de los monteros, Nuestra Señora de la Cabeza, nos depare buena caza!
 
JAA