viernes, 22 de julio de 2011

Días de celo

El fin de semana pasado, estuve por tierras Burgalesas, me pareció que todavía no había comenzado el celo del corzo.
Vi varías hembras solas y un machete sin ninguna intención de buscar un amorío de verano. Pienso que esta semana que ha comenzado fresca y que está dejando agua por el norte de España puede hacer comenzar el celo por esta zona de España.
Dicho esto, quisiera abordar el tema de la conveniencia o no de la caza del corzo durante el celo. Es un tema polémico, hasta hace unos años la legislación básica del Estado prohibía con carácter general la caza en época de celo. La ley de caza 4/89 incluyó la limitación de la caza en época de celo derivado de lo establecido en la Directiva de Aves 79/409/CEE. Pero únicamente se aplico al corzo, ya que el venado se caza en la berrea, el gamo en la ronca y el jabalí cuándo está en celo, meses de noviembre y diciembre, se encuentra en la temporada general.
Esta diferenciación se debe exclusivamente a que el desarrollo de la caza a rececho del corzo va en paralelo a la errónea transposición de la directiva europea.

Tras lo cual, se puede decir, que ya que no es verdad que la caza en época de celo sea perjudicial para el corzo, y menos para la correcta gestión de una población, cazar machos en celo o dejar de cazarlos es tan sólo una cuestión de gustos.
Actualmente son las Autonomías las que deciden los períodos de caza de todos los mamíferos, y positivamente se va favoreciendo la caza del corzo en su época de celo.

Personalmente voy a intentar durante esta última quincena de julio volver por el cazadero para acompañar a mi padre o hermanos a cazar un bonito corzo. Ya me perdonarán sus hijos o su señora por privarles de tan hermoso progenitor.



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