lunes, 6 de mayo de 2013

La Camelina, una opción real de cultivo.

El cultivo de Camelina representa una alternativa que, a todas luces, ofrece una opción muy interesante a los agricultores de secano en extensivo. Es una planta que se puede sembrar completando los ciclos habituales llamados “año y vez”; por lo que el agricultor puede aprovechar este terreno en los años de descanso sin perjudicar el rendimiento del cereal del año siguiente. Con unos costes de plantación y mantenimiento mínimos; ofrece un precio del grano estable y garantizado por su empleo para la fabricación de biocombustibles de segunda generación, por lo que se convierte en una opción a considerar en cualquier explotación agraria de secano.

El cultivo de Camelina Sativa es una novedosa alternativa para el cultivo en tierras de secano. Dados los tiempos que corren, pensar en una opción para que las tierras de barbecho queden aprovechadas todos los años, resulta crítico para nuestro balance de explotación.

La Camelina Sativa es una planta oleaginosa de la familia de la colza, originaria de Europa y Asia, pero con la que se viene investigando y cultivando en producción desde hace más de 15 años en Estados Unidos, donde se han desarrollado numerosas variedades adaptadas a condiciones climáticas muy exigentes.

Además de su gran rusticidad, presenta como gran ventaja competitiva el poder combinar perfectamente con la rotación del cereal tradicional, sin afectar en ningún caso al rendimiento de éste. Las siembras llevadas a cabo en parcelas experimentales a lo largo y ancho de la Península han arrojado un resultado fundamental: se trata de un cultivo que rinde en tierras pobres y marginales y en condiciones extremas de cultivo tanto en precipitación como en temperaturas.

No pretende competir con nuestros cultivos tradicionales, sino ser una alternativa o un complemento en nuestra explotación, permitiéndonos aprovechar el mismo año nuestro rastrojo de cereal y repercutir los costes del barbecho sobre el cultivo de la camelina, lo que se traduce en un ingreso.

Superada la fase experimental, la introducción y expansión del cultivo de Camelina en España se ha realizado de forma paulatina mediante acuerdos con agricultores de diferentes provincias españolas, y con resultados muy halagadores e interesantes para el futuro.

El tipo de aperos para las labores culturales son los tradicionales al igual que la maquinaria, lo que facilita su introducción en cualquier explotación agropecuaria. En este proceso de trabajo, se ha mantenido un asesoramiento permanente y personalizado a lo largo de las distintas fases del cultivo, con la ventaja añadida para el agricultor de utilizar semilla certificada y tener además garantizada la venta de la producción obtenida.

En cuanto al ciclo de maduración, presenta un valor añadido al realizarse la cosecha unas dos semanas antes que el cereal, realizándose con máquina convencional, y presentando como ventaja la escasa dehiscencia del grano, lo que permite disponer de un mayor lapso de tiempo para su ejecución. El grano se lleva a plantas transformadoras especiales obteniendo aceite que sirve como materia prima sostenible para la producción de bio-queroseno y bio-diesel, mientras el subproducto, que es una torta rica en proteínas y omega-3, se utiliza en la fabricación de determinados productos de alimentación animal. Finalmente la paja también puede aprovecharse por su alto contenido energético en plantas de biomasa o bien incorporados al suelo, ya que presentan una composición que los hace muy apropiados como mejorante.

Así mismo la compatibilidad de camelina con los sistemas de laboreo mínimo, cultivos de cobertura y su competitividad con las malas hierbas, hace que este cultivo no solo vaya a tener un bajo coste de producción, sino que también es factible con los objetivos de reducir el uso de energía y pesticidas, además de proteger los suelos de la erosión; adaptándose así a las exigencias de la nueva PAC (Greening).

Con el manejo apropiado del cultivo, una cuidadosa selección de las variedades de plantas que ofrecen las características agronómicas deseables para nuestras tierras, junto a una alta calidad de aceite, el cultivo de Camelina constituye así una excelente alternativa para terrenos de secano en desuso o bajas productividades, terrenos de barbecho, así como cultivo de rotación con el cereal tradicional.


Todas estas características hacen del cultivo de Camelina un complemento y alternativa a nuestro secano medio, ya que además es una especie con escasas necesidades hídricas, y nos permite aumentar la superficie de siembra por año, así como incrementar la productividad de las tierras al tratarse de una alternativa rentable a la rotación año y vez. Su bajo coste de producción debido a las pocas labores que se requieren y su baja necesidad en insumos, tales como abonos, fertilizantes y herbicidas, a la vez que la utilización de maquinaria convencional, hace que se nos presente como una opción real y atractiva para nuestras explotaciones. 
Por el Departamento Técnico de Gesytec Ingenieros
Contacto: Juan Arce Aliseda- 91.300.55.97 - camelina@grupothurma.com